
Cuando hablamos de emociones, de ayudar y acompañar a nuestros hijos a gestionarlas positivamente, se torna un gran desafío para nosotros.
Muchas veces el cansancio, el estrés y las neuronas espejo, nos hacen una mala jugada y terminamos desbordándonos todos en casa; ¡¡¡berrinches, gritos, llantos castigos ... y culpa!!!
La autorregulación, como bien dice la palabra, es una capacidad de regularse a si mismo. Aparentemente sencillo, pero bien sabemos que no lo es tanto a la hora de aplicarlo a uno mismo. Esa habilidad de poder identificar a tiempo las sensaciones de enfadado, tristeza, frustración, de estar abrumado, y permitirnos sentirla expresándola de una manera en que no lastimes al otro ni a uno mismo.
Esa habilidad se ubica en una zona del cerebro llamada prefrontal y es una zona que termina su desarrollo entre los 25 -30 años. Por esta razón NO PODEMOS ESPERAR que nuestros hijos se regulen solos y TAMPOCO DEBEMOS SORPENDERNOS por esos desbordes en bebés, niños y adolescentes
La co- regulación es la antesala de la regulación y existen muchas evidencias científicas que nos revelan como los individuos influimos los unos sobre los otros, principalmente a nivel del sistema nervioso (cuerpo y cerebro) esto significa que el estado de una persona influye sobre el estado del otra con quien se relaciona.

...reflexiona y toma las acciones necesarias para influir en el sistema nerviosos de tu hijo. Primero, respira, regúlate y cálmate para poder regular y calmar a tu hijo. Así todo podrá volver a la calma, a su calma, a tú calma.
RECUERDA: TU CALMA ES SU CALMA.
ELIANA PONCE ALVAREZ Reconociéndote
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